Los ciberdelincuentes buscan continuamente el poder infiltrarse, dañar, o robar información valiosa de particulares, y en especial de empresas, lo que provoca una creciente proliferación de actores maliciosos o actores de amenazas.
- Prevenir ciberataques, identificando a los actores de amenazas para prevenir y permitiendo a las empresas fortalecer sus sistemas de seguridad y tomar medidas inteligentes y proactivas para protegerse de futuros ataques, conociendo quién está detrás de un ataque ya producido.
- Ofrecer una respuesta efectiva ante un ataque, puesto que los servicios de identificación de actores de amenazas ayudan a las empresas a determinar la magnitud de lo sucedido y tomar las medidas más adecuadas para mitigar el daño.
- Proteger su imagen y reputación, pudiendo reaccionar a tiempo (gestión de crisis), al averiguar quién está detrás de un ciberataque y los motivos por los que el/los ciberdelincuentes/s lo están realizando (cuáles son sus objetivos).
- Lograr un correcto cumplimiento normativo, que incluso puede que sea obligatorio para determinados tipos de empresas y sectores que deben cumplir determinadas normativas, regulaciones, o leyes.
- Mejorando su seguridad, al conocer a los actores de amenazas y sus tácticas, lo que les permite reducir sus vulnerabilidades y exposición a futuros ataques.
- Permitiéndoles centrarse en su negocio, ahorrando recursos, tiempo y dinero al subcontratarlo y delegarlo en empresas dedicadas a ello, puesto que los departamentos de TI (que no tienen por qué ser expertos en ciberseguridad) no consumirán tiempo a este tipo de actividades e investigaciones que se les escapan y no dominan.
- Facilitándoles el poder realizar una toma de decisiones informada, dado que la información obtenida a raíz de la investigación de los actores de amenazas es enormemente valiosa y ayuda a saber responder a los ciberincidentes y los controles y medidas de seguridad que se deben implementar.
- Reduciendo el riesgo financiero, asociado pérdidas de actividad, detención del negocio, sobornos, chantajes, extorsiones, cibersecuestros por ransomware, así como el pago de sanciones y multas debidas a incumplimientos normativos.