Gestión de la Ciberseguridad vs Ciberseguridad Gestionada
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Dos términos o conceptos que, aparentemente parecen ser y significar lo mismo, pero que cuentan con matizaciones que albergan sus sutiles diferencias, dependiendo del punto de vista y del modelo de gestión por la empresa haya apostado.
La gestión de la ciberseguridad consiste en un modelo de protección determinado por la estrategia integral de una organización, con el fin de proteger todos sus sistemas, infraestructura, datos y activos de información contra riesgos y amenazas (contra ciberriesgos y ciberamenazas).
Esto implica un proceso completo y reiterativo de revisión, recogida de necesidades, determinación de alcance, definición, planificación, implementación, test, supervisión y mejora continua de políticas, procedimientos, herramientas, servicios, soluciones y tecnologías de ciberseguridad.
La seguridad gestionada, efectivamente, parece ser lo mismo, entendida como un modelo de manejo de la ciberseguridad, centrado en ofrecer también protección integral a los sistemas y datos de la organización.
Entonces, ¿son lo mismo, o solo lo parece? A priori, sí, son lo mismo, en cuanto a que comparten los mismos objetivos. Sin embargo, cuando hablamos de “seguridad gestionada” como tal, entendemos algo más que no forma parte de la gestión de la seguridad: la subcontratación de algunas, o todas, las tareas de ciberseguridad, a proveedores externos expertos (en general en ciberseguridad y/o en particular especializados en determinados aspectos de ella).
Es decir, el matiz diferencial radica en que cuando hablamos de ciberseguridad gestionada hablamos de que la organización no se encarga de su propia ciberseguridad, sino que lo hace un tercero, mientras que, cuando hablamos de la gestión de la ciberseguridad, en la inmensa mayoría de los casos, la organización es la que se encarga de su propia ciberseguridad, parcialmente o en su totalidad y con apoyo parcial, o no, de terceros.
Quizá esto se pueda entender mejor poniéndonos en la situación en la que preguntamos a una empresa cosas como: “Y, vosotros, ¿Qué modelo de gestión de la ciberseguridad seguís?”, o “¿Quién se encarga de la gestión de vuestra ciberseguridad?”. Quizá esa sea la clave diferencial, el Modelo de Gestión de la Ciberseguridad que se lleva a cabo, interno (Departamento de IT y especialistas en la materia que son plantilla de la empresa), o externo (contratación de colaboradores, subcontratación, outsourcing).
La gestión de la ciberseguridad por parte de la organización pone en sus manos el control directo sobre las políticas y procesos de ciberseguridad, adaptándolos a sus necesidades específicas, aunque suponga un mayor esfuerzo y coste en términos de recursos internos especializados y formación continua.
La ciberseguridad gestionada delega esa responsabilidad y control en la experiencia especializada de proveedores externos, reduciendo la carga de trabajo del equipo interno y siendo más rentable, aunque genere dependencia y limite la capacidad de personalización. Los proveedores de servicios de ciberseguridad gestionada ofrecen además monitorización en tiempo real, detección de amenazas, respuesta a incidentes y asesoramiento experto, entre otros "pluses” adicionales.
Por su puesto es perfectamente viable (e incluso apropiado y sano en muchas ocasiones si es viable) la convivencia de ambos modelos en un Modelo Mixto o Modelo Híbrido, donde la organización decide vincular determinados aspectos de su ciberseguridad a un tercero (o varios), mientras otros se tratan internamente por las razones que sea.
¿Cuál de ellas es mejor? ¿Cuál de los tres modelos de gestión es el más apropiado, eficiente y rentable? Dependerá de cada caso, de cada empresa, de sus necesidades, de su sensibilidad hacia la delegación, de su core business, de su sector, de su dimensión, de sus recursos, de sus objetivos, de sus clientes o tipos de clientes, de si se trata de una empresa con productos, servicios o actividades críticas o no, de sus finanzas, de sus inversores, del consejo.
Internalizar brinda mayor control y adaptabilidad, pero puede ser costoso y requerir una inversión significativa en talento especializado.
Externalizar puede ser más rápido, eficiente y rentable y proporcionar acceso a conocimientos especializados, pero implica una dependencia externa y una posible falta de adaptabilidad.
Por ese motivo, en la mayoría de las ocasiones, la mejor opción generalmente es un enfoque mixto que mantenga la gestión de ciberseguridad internamente, contando al mismo tiempo con servicios gestionados de ciberseguridad externos.
La gestión interna de la ciberseguridad (internalizar), tiene sus ventajas:
- Control interno donde la empresa tiene lleva directamente las riendas de las estrategias y medidas de ciberseguridad implementadas.
- Adaptabilidad, ya que permite una mayor flexibilidad y personalización a las necesidades y características especiales de la empresa debido al know-how o conocimiento interno de la organización.
- Know-how o conocimiento interno, que permite desarrollar conocimientos especializados (knowledge) dentro de la organización.
Pero, la gestión interna de la ciberseguridad (internalizar), también tiene sus desventajas:
- Mayor esfuerzo para la empresa, en términos de organización, capacidad, procesos, tiempos y recursos (con su dimensionamiento, gestión y formación).
- Coste e inversión elevada en comparación con el modelo alternativo, ya que requiere de la búsqueda contratación de talento especializado, la incentivación que evite fuga de talento, las tecnologías y soluciones adoptadas y el reciclaje, capacitación o formación continua especializada de dicho personal.
- Limitaciones en el acceso a recursos especializados que pueden interferir en la captación de expertos y especialistas por parte de empresas recursos medianas, pequeñas, o con escaso presupuesto.
- Complejidad para mantenerse al día como para ser capaces de proteger eficientemente debido al abrumador volumen diario de nuevas amenazas emergentes, nuevas técnicas, la infinidad de vectores de ataque, tendencias, nuevas vulnerabilidades, parches y actualizaciones de seguridad que aplicar, etc.
Por su parte, la ciberseguridad gestionada, cuenta con las siguientes ventajas:
- Puede llegar a ser más rápido, eficiente y rentable.
- Capacidad de delegación de actividad y responsabilidad que reduce la carga de trabajo del equipo interno de IT, o lo libera de tareas, permitiéndoles focalizarse en las que sí deben atender.
- Reducción de costes en comparación con el mantenimiento de un equipo interno de expertos y especialistas o la asunción de parte de estas tareas por el equipo IT sin capacidad ni conocimientos específicos.
- Acceso a expertos y especialistas que no siempre se puede llegar a lograr con la gestión interna.
- Acceso a conocimientos especializados que provienen del acompañamiento, servicio y soporte de verdaderos expertos.
- Proactividad que viene de la mano del conocimiento experto y de consistir en un servicio monitorizado, casi siempre en 24x7.
Aunque, la ciberseguridad gestionada, también tiene sus desventajas:
- Dependencia externa, debida al grado de delegación y confianza en un tercero para su ciberseguridad.
- Pérdida de control por parte de la empresa al dejar todo, o parte, en manos de un tercero.
- Posible peligro, afecciones o ataques focalizados en la cadena de suministro (terceras partes) que pueden llegar a suponer y derivar en problemas de ciberseguridad, privacidad y confidencialidad a la organización.
- Incumplimiento normativo o legal que afecte a la organización y se traduzca en problemas de reputación, sanciones, o multas, cuando su proveedor no cuenta con una determinada certificación, o incluso cuando cuenta con ella peor se produce algún incumplimiento puntual.
- Posible falta de flexibilidad, adaptabilidad y limitación en las personalizaciones al tratarse de personal externo quien gestiona, sin el 100% del conocimiento de la organización, accesos, permisos y aspectos inherentes a servicios gestionados concretos de terceros, sus características y las herramientas que éstos empleen.
- Posible falta de coordinación y alineación, al no conocer o comprender perfectamente el proveedor los procesos u operaciones internas.
En resumen, la gestión de la ciberseguridad ofrece control interno y adaptabilidad, pero a menudo con mayores costos y desafíos en cuanto a recursos, mientras que la ciberseguridad gestionada ofrece acceso a expertos y enfoque proactivo, pero podría implicar dependencia externa y limitaciones de personalización.
La elección entre ambos modelos dependerá de las necesidades, recursos y tolerancia al riesgo de cada empresa.
Y, tú, ¿por cuál de ellas te decantas para tu empresa?
Quizá necesitéis la ayuda de servicios profesionales de ciberseguridad como los que ofrecemos en Zerolynx: Servicios de Ciberseguridad.
Si lo prefieres, contáctanos y hablamos.
Íñigo Ladrón Morales, Redactor de contenidos para Zerolynx.